jueves, 5 de abril de 2012

Norma Polti Figallo, SGL Consulting SAC Indecopi y la corrupción, Gonzalo de las Casas Salinas, Jorge Távara, Banco Interamericano de Finanzas Banbif

Norma Polti Figallo, SGL Consulting SAC y la corrupción, Gonzalo de las Casas Salinas, Jorge Távara, Banco Interamericano de Finanzas Banbif :


http://eduardoipincebraschi.blogspot.com/2007/05/comunicado-las-autoridades-prensa-y-al_26.html/

http://gestionpublicaperu.com/noticias/blog/2010/11/22/indecopi-y-el-procedimiento-concursal/

Interesante, Otra más del BIF y de Norma Polti de SGL Consulting SAC

El Banco Interamericano de Finanzas (BIF) está involucrado en otro proceso judicial a causa de maniobras irregulares.

Un nuevo caso de abuso y maniobras irregulares involucra al Banco Interamericano de Finanzas (BIF) y a una empresa perteneciente al Grupo Scotiabank. Esta vez se trata del remate fraudulento de la Central Hidroeléctrica de Langui, la empresa de un peruano que lucha contra viento y marea por recuperar su patrimonio.

Unidad de investigación

Nadie sabe para quién trabaja?  reza el dicho popular que bien podría resumir el caso de Eduardo Ipince Braschi, un empresario peruano que fue despojado de una empresa por el Scotiabank y el BIF, en un hecho denunciado ante las autoridades judiciales.

La historia comienza en julio de 1998. Eduardo Ipince, Sandro Fuentes y Carlos Salazar Couto fundaron en Panamá la empresa Master Investments Group Inc. El 60% de las acciones fueron adquiridas por Ipince, mientras que Fuentes y Salazar compraron el 20% cada uno.

Un año después, los tres socios decidieron hacer negocios en Perú y compraron la Central Hidroeléctrica de Langui y la Fábrica de Tejidos Marangani. Hasta el 2003, ambas compañías trabajaron bajo una misma razón social.

Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, resolvieron separarlas y la Fábrica de Tejidos Marangani fue vendida a la Central Hidroeléctrica de Langui que, para ello, solicitó un préstamo al BIF. Obviamente, Master seguía siendo propietario de las acciones de la hidroeléctrica.

Debido a la división de negocios, el BIF y todas las empresas involucradas firmaron en la notaría Eduardo Laos de Lama cinco contratos, entre ellos el de mutuos.

El importe del préstamo que el BIF concedió fue de 2?646,210.00 dólares, para ser pagado en 125 armadas desde el 23 de abril de 2003 hasta el 30 de mayo de 2013.

En esta transacción, Master Investments actuó como garante. Hasta aquí, todo parecía ser normal. Sin embargo, los problemas vendrían después.

Años más tarde, el banco, alegando que Langui no cumplía con los pagos mensuales de su deuda, inició un remate extrajudicial que, según manifiesta la defensa de Ipince Braschi, fue ilegal, pues en ningún momento Master, el dueño de las acciones de Langui, autorizó la operación.

A precio de ganga

Central Hidroeléctrica de Marangani, ubicada en el Cusco.

Para legalizar la operación, el Banco Interamericano de Finanzas contrató los servicios de BWS Bolsa, una empresa del Grupo Scotiabank. Este banco es el que realizó el remate extrajudicial de las acciones de la empresa.

En la subasta, realizada el 06 de setiembre de 2006, SGL Consulting SAC, representada por Norma Polti Figallo, se adjudicó las acciones de la Central Hidroeléctrica de Langui por la irrisoria suma de 15 mil soles. Algo increíble.

Hay muchas preguntas por responder: ?Por qué el dueño de las acciones jamás fue advertido de la venta? Si la intención del banco era recuperar el monto del crédito no se entiende ?por qué vendió las acciones a tan bajo precio? Cabe considerar que las cuotas mensuales que pagaba Langui superaban los 20 mil dólares y la garantía del préstamo era superior a los tres millones de dólares.

El argumento que utilizó el BIF para encargarle al Scotiabank el remate extrajudicial fue que la deuda había afectado al banco. Vale preguntarse si los 15 mil soles que recibió de la subasta solucionaron el problema.

La sorpresa

Aldara Ayala Richter, abogada de Ipince Braschi, afirma que ella y su cliente se enteraron de esta operación cuando se convocó a la Junta de Accionistas el 18 de diciembre de 2006. Los representantes de SGL Consulting enviaron una carta notarial indicando que habían adquirido las acciones de la Central Hidroeléctrica de Langui.

Asimismo, pedían, entre otras cosas, inscribirla como accionista mayoritaria en el Libro de Matrícula de Acciones de la Central y tener derecho a voto en la asamblea. El pedido fue rechazado porque la transferencia de acciones no estaba probada.

Avalados por el contrato de adjudicación de las acciones y ante el rechazo de sus pedidos, los representantes de SGL Consulting presentaron dos demandas. La primera ante el 11 Juzgado Comercial de Lima, en el que exigían la nulidad de los acuerdos celebrados en la reunión del 18 de diciembre. El segundo fue presentado ante el Juzgado Mixto de Canas en Cuzco. Aquí demandaron la administración de la empresa.

Ambos procesos fueron ganados por ellos. Sin embargo, llama la atención que nunca solicitaron judicialmente ser reconocidos como propietarios de las acciones. Solo realizaron un aumento de capital y sacaron nuevos libros societarios.

El plan B

Lo que causó suspicacias en la defensa de Eduardo Ipince fue el plan B que el BIF cumplió paralelamente a la ejecución extrajudicial. La Central Hidroeléctrica tenía las garantías suficientes para no considerarse en insolvencia ante Indecopi, es decir, no había perdido más de dos terceras partes del total de sus bienes.

Boleta de pago a Indecopi realizado por el BIF para solicitar procedimiento concursal.

Entonces, según Aldara Richter, los funcionarios del BIF idearon un plan. Le vendieron a Luis Felipe Dongo Morey una letra de cambio (título valor que contiene una promesa incondicional de pago) por más de 100 mil dólares, lo cual le representó una supuesta participación en el accionariado de Langui.

De este modo, Dongo presentó este título ante Indecopi para que se ejecute el procedimiento concursal. El BIF realizó, asimismo, un aparente cierre de la cuenta que Langui tenía en el banco, como parte de pago de la deuda que mantenía.

Cuando esta operación fue descubierta, el BIF adujo desconocer el pedido que realizó Dongo Morey, pero, sospechosamente, pagó el arancel ante Indecopi. Eso es raro porque quien debe cancelar ese derecho es el solicitante, en este caso Dongo Morey.

El proceso fue ganado por Ipince Braschi en la Comisión de Procedimientos Concursales y, cuando se discutía en la Sala Concursal, Dongo desistió del proceso.

En la actualidad, el BIF es dueño de las garantías, la infraestructura de la empresa y la administración de la Central. Sin embargo, no es propietario del terreno donde se construyó Langui. Esta propiedad le pertenece a la empresa Meighen Assets Corp.

Por su parte, Master Investments cuenta con los libros societarios originales de la junta de accionistas, matrículas de acciones y los certificados de acciones.

Para encontrar solución a su problema, Ipince Braschi dice haber recurrido incluso al Presidente de la República. Sin embargo, de nada le ha servido. Asimismo, ha intentado conciliar con Scotia Bolsa, para lo cual ha cursado invitación a Carlos González Taboada, gerente general de Scotiabank, pero no fue atendido.

Ipince Braschi está solo en la lucha que le ha tocado librar con el BIF y el Scotiabank. Carlos Salazar Couto y Sandro Gustavo Fuentes Acurio, los socios minoritarios, no han defendido en ningún momento su patrimonio.

Más datos

? La Central Hidroeléctrica de Langui tiene la concesión de servicio privado de electricidad aprobado por Resolución Suprema N?063-72.

? Sandro Gustavo Fuentes Acurio, accionista minoritario de Master Investments, es también uno de los directores del BIF.

? Carlos Salazar Couto, el otro accionista, ha sido Coordinador General del ?Programa de Apoyo para una Cultura de Paz y el Fortalecimiento de Capacidades Nacionales para la Prevención y el Manejo Constructivo de Conflictos? de la PCM.

sgl consulting sac